La modelización matemática fue influenciada por el crecimiento de empresas tecnológicas y de ingeniería en la necesidad de establecer modelos laborales y de desarrollo. Esta fue incursionada en las matemáticas escolares de Europa y Norteamérica el siglo XIX, iniciando en Alemania con una exaltación curricular realizada por Felix Klein, quien mencionó sobre la importancia de las aplicaciones matemáticas mediante actividades de modelización para nivel superior (Cirillo et al., 2016; Barquero, Carreira, y Kaiser, 2017). Si bien, existen diversos modelos que describen los procesos de modelización, se hace necesario implementar un modelo metodológico que guíe los procesos de modelización matemática en diversos niveles educativos y promueva los conceptos tanto en la matemática y un área afín que para nuestro caso es la física; es por ello que, surge como propuesta el modelo Cuvima (Cuevas, Villamizar y Martínez, 2017), el cual, se ha implementado a niveles de secundaria y postgrado. Resultados indican que el modelo contempla de manera significativa el uso de las tecnologías digitales lo cual facilita el proceso de toma de datos experimentales y la modelización matemática, proveyendo las representaciones del fenómeno estudiado y promover el cambio conceptual a través de dichas representaciones.